FALACIAS

Escrito por  Facundo Vasconcellos.


El clásico de 1949.

Conocido también como “El clásico de la Fuga” por aquellos que están acostumbrados a decir falacias e inflar partidos de poca trascendencia. Fue una final clásica en la que tras un robo descarado del juez Aníbal Boccheti, Nacional no se presentó a jugar el segundo tiempo frente a gallinol
La lluvia caía sobre la verde gramilla del estadio de todos, cuando al finalizar de los primeros ‘45 Peñarol ganaba 2 a 0. El primer gol fue convertido por el conocido Gigghia a los ‘30, y con el transcurrir de los minutos llegaría un penal dudoso sobre Oscar Míguez que para la prensa de aquel tiempo fue inexistente; generando así protestas del conjunto tricolor y consecuentemente la expulsión de Eusebio Tejera.

Ya reanudado el juego Míguez ejecuta el penal que ataja el legendario Aníbal Paz, que tras tenerlo en sus manos y tratando de controlarlo es atropellado por el “Patrullero” Vidal, quien estando adelantado -antes de que pitara el juez ya había pisado el área- provoca que se le caiga el balón al portero albo y convierte así el segundo gol de Peñarol. Al día siguiente los diarios corroboraron que el jugador sí estaba adelantado y que el penal se debía ejecutar otra vez.
 
Nuevamente nacían las protestas de parte del equipo de Nacional, que rodeaban al árbitro y se hacían escuchar enardecidos contra Boccheti.
 
Luego de esto Walter Gómez le metió un puntapié y una piña bien dada al árbitro que cuando finalmente llegó la policía a mantener el orden, ordenó su expulsión.
 
El centenario era una caldera y el partido continuó con un 2-0 a favor de Peñarol y con Nacional con 9 hombres.
 
Ya en el vestuario los dirigentes tomaron la decisión de no continuar el partido y no presentarse a un segundo tiempo que podría haber estado tal vez mucho más picante. 

Esta es la verdad del Clásico de 1949 y lo que ellos conocen como fuga, no fue más que un acto de protesta de parte Nacional frente al sistema que desde siempre hizo lo posible por llenar de triunfos a los de la vereda de enfrente.